La industria puede aumentar sus costes eléctricos por el cambio en la factura eléctrica

La industria puede aumentar sus costes eléctricos por el cambio en la factura eléctrica

Los ingenieros industriales analizan los inminentes cambios en la factura eléctrica. Los consumidores domésticos y pymes serán los que más cambios noten en su factura eléctrica.

La normativa mantiene el recargo por consumo de energía reactiva y crea una nueva penalización que puede aumentar significativamente costes para la industria.

Los peajes aligeran el peso en el apartado de potencia para dar mayores señales de eficiencia y favorecer el autoconsumo, pero aumenta el riesgo de futuros déficits del sistema ante disminuciones de la demanda.

La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia estableció el pasado año la estructura de los futuros peajes por el uso de las redes eléctricas con el que se prevén recaudar unos 7.000 millones de euros y que se destinarán a cubrir los costes de estas instalaciones. El mes pasado el Gobierno ha definido el importe de los cargos, con los que prevé recaudar una cifra similar y que irán destinados, entre otras partidas, a ayudas a energías renovables o a cubrir déficits de deudas de años anteriores. “Tras dos retrasos en la fecha de aplicación de los nuevos peajes, finalmente el próximo 1 de junio entrarán en vigor, para lo que ha sido necesario reprogramar 30 millones de contadores de electricidad y adaptar los sistemas de lectura y facturación de centenares de distribuidoras y comercializadoras de electricidad”, explica Rafael Riquelme, experto de la Comisión de Energía del Colegio y la Asociación de Ingenieros Industriales de Madrid.

Serán los consumidores domésticos y pymes conectados en baja tensión con una potencia contratada inferior a 15kW los que más noten el cambio en su factura eléctrica. La nueva estructura introduce dos potencias contratadas diferenciadas, nocturna y diurna. “No habrá un gran ahorro para los comercios o viviendas que bajen la potencia durante la noche, pero sí notarán la diferencia en la factura los que carguen vehículo eléctrico en ese período, ya que la podrán aumentar sin tener que hacerlo el resto del día”, apunta Rafael Riquelme. También se introducen cambios que afectarán al consumo de energía por la distinción obligatoria de tres periodos de consumo distintos: valle (de 00.00h a 08.00h), punta (mediodía y de 18.00h a 22.00h) y llano. El Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor (PVPC) cambia con esta nueva modificación y se aumentan las diferencias de precios entre periodos, siendo más caro consumir en horas punta y mucho más barato hacerlo en momentos valle.

La importancia de la potencia

Los pequeños consumidores pagarán por la potencia entre un 16% y un 28% menos, pero ese ahorro se perderá en la parte de la energía; los más perjudicados serán los que actualmente tienen contratada una discriminación horaria (tarifa reducida por la noche y por las mañanas). Esta apuesta por establecer un criterio de recaudación con un menor peso en la potencia añade incertidumbre a los ingresos del sistema, minorando los ingresos fijos, y aunque puede dar señales de eficiencia y favorecer el desarrollo del autoconsumo, por otro lado lastra el desarrollo económico empresarial, comercial y, especialmente, industrial. “Es necesario facilitar el desarrollo de la actividad industrial directa ya que, como se ha demostrado en otros países durante la anterior crisis, es el mejor elemento multiplicador y de sostenibilidad del factor trabajo, facilitando la vertebración del tejido económico y actuando como impulsor de valor añadido al sector servicios”, apunta el experto del Colegio.

La energía reactiva

La nueva normativa mantiene el recargo por el consumo de energía reactiva para todos los consumidores de más de 15kW y crea una nueva penalización a todos los consumidores en media y alta tensión (>1kV) si no mantienen de forma horaria un factor de potencia superior a 0,98 de vertido capacitivo en el periodo valle, fines de semana y festivos nacionales. Para Rafael Riquelme no está claro el posible perjuicio que se produce a las redes eléctricas por el consumo de este tipo de energía y apunta que esta penalización, que por ahora tiene valor de cero euros, podría representar un aumento muy importante en el coste del suministro eléctrico de muchos consumidores industriales, especialmente a los que tengan equipos de compensación de energía reactiva no automáticos o mal calibrados. “Nos encontramos ante una posible penalización cuya aplicación efectiva se debe analizar con mucho cuidado por el perjuicio que puede provocar al tejido industrial”, subraya.

Vehículo eléctrico

La CNMC también ha establecido peajes específicos para instalaciones de recarga de vehículos eléctricos de acceso público con un reparto de recaudación del 20% en potencia y 80% en energía, y también tiene una importante bonificación en los casos establecidos por el Gobierno, lo que podría ir en contra de los principios de suficiencia, aditividad, transparencia, objetividad y, sobre todo, no discriminación.

“Es poco probable que este peaje sea considerado como ayuda de Estado al tratarse de un proyecto de interés común europeo. El tiempo dirá si la Comisión Europea considera que no se ajusta a la Directiva 2019/944 que exige peajes objetivos, no discriminatorios y que reflejen costes reales”, destaca Rafael Riquelme. En el peor de los casos, los usuarios que se beneficiaran de estos peajes subvencionados deberían reintegrar la diferencia al sistema eléctrico.

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