La elección de televisor, clave para el consumo energético del hogar

El televisor supera con creces al frigorífico como el producto electrónico de más consumo en los hogares españoles

Un televisor poco eficiente energéticamente puede llegar a consumir por hora hasta 17 veces más que un frigorífico.

Las diferencias en gasto energético de distintos modelos de televisores del mismo tamaño pueden suponer más de la mitad de su precio de compra

LG es el único fabricante que cuenta con calificación energética A o superior en todo su catálogo 4K actual y B o superior en todos sus modelos 8K, gracias a la eficiencia de las tecnologías NanoCell y OLED, lo que permite ahorrar hasta 2.100€ en consumo energético

Los usuarios de tecnología demandan cada vez más productos sostenibles tanto en lo medioambiental como en lo económico. Al mismo tiempo, sus expectativas de experiencias audiovisuales únicas en sus casas han aumentado, estimuladas por la incesante innovación tecnológica en este sector y por una demanda cada vez mayor de televisores de mayor pulgada y resolución.

En este contexto, el frigorífico ha dejado de ser el electrodoméstico que más energía consume en el hogar. Con un uso diario medio de 4 horas y un encendido hasta de 8 horas, los televisores pueden llegar a consumir hasta 17 veces lo que un frigorífico, pese a que este está en funcionamiento durante todo el día. Esto se debe al aumento de demanda energética relacionada con el mayor tamaño de los televisores y a la resolución de las nuevas tecnologías de imagen.

Así, un televisor de 65” con baja calificación energética D puede llegar a gastar entre 1.087€ y 2.174€ en 10 años con un uso de 4 a 8 horas diarias, mientras que un frigorífico con calificación media consume en ese periodo 381€ funcionando las 24h del día.

Por tanto, el ahorro económico que supone la diferencia en gasto energético durante los 10 años de vida media entre dos televisores similares pero de distinta calificación energética puede ser incluso superior a su coste de compra. Por ejemplo, la diferencia en coste de energía entre un televisor de 65” de calificación energética A+ y otro del mismo tamaño de calificación D puede llegar a 1.496€ o un 160% más en la factura. Estas diferencias varían en función del tamaño y la resolución del televisor, pudiendo suponer hasta más de la mitad del precio de compra medio del producto.

Las diferencias en gasto energético no solo implican coste adicional para el consumidor, sino que también suponen un importante aumento de emisión de CO2, sobre todo en modelos de alta gama, con gran tamaño y resolución. Por ejemplo, un TV de 65” 8K con eficiencia energética B emite 1,2 Toneladas de CO2 en 10 años (a 4 horas diarias), mientras que uno similar con eficiencia D emite un 100% más, 2,4 Toneladas.

LG, líder en eficiencia energética

Desde hace siete años, todos los modelos de televisores 4K de LG tienen una categorización energética de A+ o A, incluida su gama actual con tecnología Nanocell y OLED, mientras que tiene una calificación de B o superior en sus modelos OLED 8K frente a eficiencias C o D de su competencia en esta categoría.

OLED se diferencia de otras tecnologías por la iluminación individual de sus píxeles, ya que carecen de retroiluminación LED y pantalla LCD con sus respectivos filtros, lo que reduce así su consumo energético. Además, mantiene la calidad de imagen, nivel de negro y color desde cualquier ángulo de visión, sin necesidad de tener que aplicar un brillo desmesurado que exceda niveles de nits perjudiciales para la salud de los ojos de los usuarios.

Así por ejemplo, un televisor OLED 8K de 88 pulgadas con una calificación B al compararse con un QLED 8K 2019 de 82 pulgadas (6 pulgadas menor) y calificación D consume 1.518€ menos a lo largo de diez años.

Lo mismo ocurre al comparar dos televisores de 65”, resolución 8K de mismas prestaciones y tecnologías equivalentes QLED (calificación D) y Nanocell (B). El primero supone un gasto en electricidad en 10 años, de 2.174€, mientras que el segundo gasta 1.108€, es decir, un ahorro de hasta 1.066€ en la factura de la luz en ese periodo.

La continua apuesta por la innovación energética en todo su catálogo es uno de los pilares de Smart Green, un movimiento iniciado por LG España cuyo compromiso es combatir el cambio climático favoreciendo la reducción de emisiones de CO2, así como el ahorro de electricidad, agua y energía con el fin de proteger el medioambiente.

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