El compromiso de EE.UU. y la UE con las emisiones de metano consolida el papel clave del metano en la agenda climática
Declaraciones del Presidente de Environmental Defense Fund, Fred Krupp.
El presidente Joe Biden ha anunciado que Estados Unidos y y la Unión Europea han alcanzado el compromiso global para reducir la contaminación por metano en un 30% antes de 2030 como parte de su estrategia para alcanzar los objetivos climáticos establecidos en el Acuerdo de París. El nuevo compromiso mundial sobre el metano es fundamental para los esfuerzos diplomáticos de cooperación internacional relativos al metano antes de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático que se celebra en noviembre en Glasgow, Escocia (COP 26).
La contaminación por metano procedente de la agricultura, los combustibles fósiles y los residuos es responsable de más de una cuarta parte del calentamiento global. La creciente preocupación por la intensidad y frecuencia de los fenómenos meteorológicos extremos en todo el mundo debido al aumento de las temperaturas ha centrado la atención en factores que contribuyen al cambio climático como las emisiones de metano.
«La reducción de la contaminación por metano es la estrategia más rápida y eficaz para frenar el ritmo del calentamiento. Los beneficios serán casi inmediatos. Los líderes mundiales que apoyan este compromiso han abierto una nueva ventana de oportunidad crucial para proteger nuestro clima y a millones de personas cuyo bienestar depende de él”, ha comentado Fred Krupp, Presidente de EDF.
«Este compromiso representa una importante prueba para los países de cara a las conversaciones sobre el clima que tendrán lugar en noviembre en Glasgow. Una reducción del 30% de la contaminación por metano es el punto de partida de esta conversación crítica. Muchos países pueden y deben aspirar a más”.
«Lo que importa ahora es la acción. Los años de investigación por parte de EDF y otros confirman la viabilidad técnica de las reducciones rápidas en sectores clave como el del petróleo y el gas. Necesitamos obtener reducciones reales rápidamente y no más tarde de 2025 para alcanzar los beneficios climáticos que están a nuestro alcance antes de 2030».