Aguaduna, el proyecto ‘made in Spain’ de 2.000 millones de euros que sentará las bases de la nueva generación de ciudades sostenibles a nivel mundial

  • Las familias Matutes Mestre y Espallargas inician junto a su partner estratégico Siemens la nueva generación de ciudades inteligentes y sostenibles, con un primer proyecto en el noreste de Brasil

Aguaduna es el primer proyecto del mundo de una nueva generación de ciudades, cuyo desarrollo está vinculado a la gestión de sus impactos sociales, ambientales y económicos. El proyecto reunirá en un mismo complejo primera residencia, un polo de generación de innovación, espacios de educación y formación profesional e instalaciones turísticas, además de ser un entorno con emisiones restringidas – por tanto, un destino ecológico, económico y socialmente sostenible –.

Más de 20 millones de euros invertidos hasta el momento y se prevé una inversión de 250 millones adicionales en la primera fase, que se prolongará durante los tres próximos años. La inversión total del proyecto se estima en más de 2.000 millones de euros, así como un PIB de 1,2 billones de euros anuales y una expectativa de empleo de más de 30.000 personas en 15 años.

Siemens se suma al proyecto para implementar soluciones tecnológicas que harán de Aguaduna un modelode referencia en el uso de datos a gran escala

Aguaduna es el primer proyecto del mundo que implementaun innovador modelo estratégico y empresarial de ciudad, donde la tecnología y la sostenibilidad son sus cimientos, que busca no solo recuperar el equilibrio entre sociedad y naturaleza para mejorar la calidad de vida de sus habitantes y preservar el entorno natural, también ser un centro clave para la actividad empresarial. El proyecto concebido en España y que se ubica en el municipio de Entre Ríos, en el litoral norte del estado de Bahía (Brasil), ya se encuentra en marcha y tiene previsto comenzar su desarrollo en el segundo trimestre de 2021.Además, se trata de un modelo replicable que, a medio largo plazo, se prevé implantar en cada continente.

La iniciativa es propiedad de la empresa de capital español Naurigas Emprendimientos, participada por las familias Matutes Mestre y Espallargas, y conceptualizado y desarrollado por Seed Global Advisoring (SGA), empresa española especializada en desarrollo de proyectos. El proyecto también cuenta con una asociación estratégica e inversiones de Siemens, socio de referencia y que implantará soluciones tecnológicas que harán de Aguaduna todo un referente en el uso de datos a gran escala, además de otras empresas innovadoras. Estas inversiones estarán dirigidas hacia el progreso de la región y la generación de conocimiento para toda la comunidad.

En cuanto a la inversión llevada a cabo, se han invertido más de 20 millones de euros hasta el momento y se prevé una inversión de 250 millones adicionales en la primera fase, que se prolongará durante los tres próximos años. La inversión total del proyecto se estima en más de 2.000millones de euros, así como un PIB de 1,2 billones de euros anuales y una expectativa de empleo de más de 30.000 personas en 15 años.

Alianzas estratégicas

Además de Siemens, desde Aguaduna están ya en conversaciones con otras empresas pues su modelo de negocio implica la construcción de una base sólida a través de asociaciones estratégicas.

Todas las empresas interesadas en establecerse en Aguaduna tienen que asumir el compromiso de convertirse en activadores – un grupo de empresas dispuestas a generar empleos, producir formación y atraer profesionales para el proyecto, además de contribuir a mejorar el entorno natural y la biodiversidad de la región.

“Nuestra colaboración con Siemens demuestra la magnitud y trascendencia del proyecto, y ha llamado la atención de muchas otras grandes empresas que están contactando con nosotros interesados en formar parte y ser partners de este innovador proyecto que, desde luego, marcará un antes y un después en el desarrollo de ciudades inteligentes y sostenibles, creando así una nueva generación de las mismas. Aguaduna es nuestra primera creación, pero se trata de un modelo replicable que goza de un mayor recorrido, ya que queremos construir al menos una ciudad de este tipo en cada continente», explica Tarek Al Masri, socio de la firma Seed Global Advisoring (SGA) y responsable del desarrollo del proyecto.

Claves del proyecto empresarial

La primera fase del proyecto se centra en la concesión de licencias a compañías que desarrollan su rama de actividad en las principales verticales del proyecto que tratan de comprobar la viabilidad de nuevos productos y servicios como parte de una plataforma de servicios sostenibles – haciendo de Aguaduna un parque tecnológico de generación continua de innovación y una ciudad de prueba de nuevas tecnologías.

El segundo paso se centra en un desarrollo por etapas y con un calendario de comercialización, para lo cual se está trabajando con socios especializados en la instalación de la infraestructura y con promotores verticales. El objetivo es capitalizar el proyecto de Aguaduna, ofreciendo acuerdos de licencia exclusiva a empresas innovadoras.

Para ello, ya se está trabajando con socios especializados en la instalación de la infraestructura y con promotores verticales. No obstante, todas aquellas empresas que deseen establecerse en Aguaduna deberán asumir el compromiso de convertirse en activadores, es decir, deben estar dispuestas a la generación de empleos, a la formación y a atraer profesionales al proyecto, así como contribuir a mejorar el entorno natural y la biodiversidad de la región.  En referencia a esto último, los promotores están trabajando con distintas certificaciones internacionales para garantizar la neutralidad de emisiones y un estilo de vida saludable. El proyecto se capitalizará a través de los acuerdos de licencias y de la emisión de Bonos Verdes.

Los promotores del proyecto están trabajando con distintas certificaciones a nivel internacional para garantizar un estilo de vida saludable, así como uno de los aspectos fundamentales del proyecto, la neutralidad de emisiones.

Para mejorar la calidad de vida en las ciudades y preservar el equilibrio con la naturaleza y la cultura local, el proyecto Aguaduna utiliza la innovación, la tecnología y la conectividad en beneficio de la población y sus alrededores. Aproximadamente 380.000 personas, incluyendo los habitantes de Entre Ríos y sus alrededores, se verán beneficiadas con el proyecto.

Sólo el 14% del terreno estará cubierto por carreteras y edificios, por lo que el restante 86% serán superficies permeables, siendo el 37% áreas protegidas (Mata Atlántica, lagunas naturales y dunas) y el 49% áreas verdes, parques y espacios verdes urbanizados.

Aguaduna será por tanto mucho más que una smartcity. Su desarrollo reunirá en un mismo complejo primera residencia, polo de generación de innovación, espacios de educación y formación profesional e instalaciones turísticas, siempre en completa armonía con la naturaleza tropical de la región. Debido a las inversiones en la esfera social de la región, el proyecto atrajo el apoyo del gobierno local, a través de un protocolo de intenciones firmado con el gobierno del Estado de Bahía el 10 de diciembre de 2019.

En sinergia con las comunidades vecinas, Aguaduna tendrá entre sus principales pilares la economía circular, que desde un principio tiene como objetivo reducir los residuos y la contaminación del sistema, prolongar la vida útil de los productos y materiales y regenerar los sistemas naturales – mediante el uso de energía, energías renovables, el correcto tratamiento de residuos y aguas grises, y la recuperación de las aguas residuales.

Otros pilares incluyen la creación de empleo vinculados a la innovación, en sectores como el Internet de las Cosas (IoT) y la gestión de datos a gran escala; y la priorización de formas alternativas de transporte, con medios de transporte autónomos, compartidos y no contaminantes.

“Las ciudades son organismos vivos y para que éstas sean sanas, dinámicas y perdurables deben ser concebidas y gestionadas como un ecosistema en equilibrio. Para que nuestra generación y las venideras ganen en calidad de vida es necesario que replanteemos la simbiosis Sociedad-Naturaleza y que hagamos uso de la tecnología y del conocimiento como medio para la consecución de ciudades más habitables, más resilientes y más sostenibles. Aguaduna es un modelo de ciudad innovador, que pone en valor a las personas, la sociedad y la naturaleza”, dice el empresario español Tarek Al Masri, socio de la firma Seed Global Advisoring (SGA) y responsable del desarrollo del proyecto. Al Masri añade también que “es un orgullo contar con Siemens como partner estratégico para el proyecto, pues aportará un gran expertise al mismo”.

Asociación con Siemens

Siemens, bajo el objetivo de afianzar su compromiso con la sostenibilidad ambiental, social y empresarial, acaba de sumarse como socio estratégico al proyecto. Concretamente, la empresa de ingeniería alemana será la responsable de implementar soluciones y tecnologías que harán de Aguaduna una referencia en el uso de datos a gran escala.

Los servicios digitales y el uso de Big Data serán parte del proyecto para optimizar su rendimiento tecnológico. Estos avances también se implementarán en áreas como la electrificación, la gestión de residuos, la seguridad o la movilidad, creando grandes sinergias entre sí y abriendo las puertas a un sinfín de nuevas oportunidades de negocio vinculadas a la economía del conocimiento.

El CEO de Siemens Smart Infrastructure en España, Fernando Silva, explica: “Desde Smart Infrastructure España trabajamos para hacer ciudades más eficientes y sustentables gracias al desarrollo de soluciones gridedge, donde se integran los edificios, las renovables, la electro movilidad y las redes eléctricas inteligentes. Esta tecnología ya existe, y las soluciones que favorezcan la economía circular y la eficiencia energética en las ciudades, aceleradas por la transformación digital, van a tener un nuevo impulso gracias al Plan de Recuperación Verde de la UE”.

Impacto social y sostenibilidad del medio ambiente

Aguaduna abarcará un área total aproximada de 1000 hectáreas. Se estima que, en un período de 15 años, Aguaduna acogerá a 36.000 residentes, lo que tomando en consideración la población actual de Entre Ríos supone un crecimiento sostenido del 10% anual. Además, habrá una generación estimada de más de 30.000 puestos de trabajo para trabajadores no residentes en las áreas de servicios y comerciales, científicos y profesionales de la tecnología, la salud, la educación y la agroindustria, así como una capacidad diaria para recibir 5.500 turistas.

«Elegimos Brasil como primer proyecto por su apuesta por acoger nuevas tendencias, avances e innovaciones. Además se trata de una gran oportunidad para resolver los grandes desafíos en áreas como la infraestructura, la urbanización, la movilidad y la sostenibilidad», dice Al Masri.

La ubicación estratégica aporta al proyecto importantes influencias, comerciales, tecnológicas y científicas, así como turísticas, debido a su proximidad a ciudades como Salvador, Camaçari y Feira de Santana, o la población turística de Praia do Forte, ubicada en el municipio de Mata de São João.

El paisaje y el medio ambiente son elementos sensibles que recibirán plena atención en todas las fases del proyecto. De esta manera, Aguaduna permanecerá profundamente conectada con el entorno socioeconómico de la región de acuerdo con la ley brasileña 11.428/2006 (conocida como Ley de la Mata Atlántica), con un mínimo impacto ambiental y social y con todos los certificados y autorizaciones necesarios emitidos por los gobiernos municipales, estatales y federales.

Movilidad y gestión de recursos

El modelo de Aguaduna apuesta por la movilidad limpia, compartida y autónoma.

La movilidad de Aguaduna estará centralizada a través de una terminal intermodal, que servirá de intercambiador para los no residentes quienes deberán circular con las diferentes opciones de movilidad de Aguaduna, así como de almacenamiento y punto de distribución logística.

El sistema de movilidad de Aguaduna permitirá la circulación de todo tipo de medios de transporte sostenibles, tanto individuales como colectivos y estará gestionado por un software de uso público que fomentará el uso de la movilidad compartida de corta y larga distancia.

El diseño del proyecto incluye la reducción de grandes desplazamientos para las actividades diarias. El sistema de carreteras locales propone una ruptura con el modelo de circulación convencional, basado en una mayor atención a los peatones y los ciclistas, y el fomento de la adopción de vehículos compartidos en lugar de coches privados.

El modelo de gestión de la energía tendrá sus propios sistemas de generación, distribución y control central, a fin de aumentar su eficiencia. Esto incluye el uso de energía renovable de una matriz diversificada que abarca energía solar, eólica, y biomasa.

En cuanto a la gestión de los recursos hídricos, Aguaduna contará con el uso de aguas residuales, captación de agua de lluvia y agua sólida agrícola entre otros sistemas. El proyecto también contempla una unidad de biomasa y una planta de tratamiento de aguas residuales.

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